De la unión entre madre e hijo nacen momentos de incontenible alegría, colmados de caricias y gestos afectuosos. Ella lo envuelve con su amor desde su llegada al mundo y el recuerdo del abrazo maternal lo acompañará para siempre. Esta pieza que destaca por la vitalidad de la escena y por el cuidado en los detalles. Los pliegues del vestido son un buen ejemplo de la pericia del escultor a la hora de modelar esta figura.
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